Señor:
Tú que reinas en el cielo
como en la tierra
dime que no es cierto
lo que mis ojos oprimidos
están obligados a ver sin renunciar.
Dime Señor, que no son esas niñas
que apenas dejan sus muñecas
las mismas que ofrecen sus boquitas
las manos, lo otro en prostitución.
Dime Señor, que el pan duro de cada día
que nos dan los basureros ecológicos
son el manjar de esos niños que piden
y piden y que por más que piden
"les será dado" dijiste Señor.
Dime que no es verdad,
¡que no puede ser verdad!
que los cuerpos de niños mutilados
que se ven en primeras planas
de las noticias ¡todas Señor!
sirven de escudo para sus mayores,
esos monstruos de pie de barro
que con imá-gen-es de sangre de su sangre
se sepultan manchando la verdad con impudicia.
Dime Señor, respóndele a este corazón probado
tantas veces por la fe
que cuando anunciaste que los niños vinieron
para salvar al mundo
no te referías a esta barbarie.
Dímelo Señor ¡dímelo!
Vuelvo al futuro
para que Ese que Eres y que prometiste
me hagas mirar la vida lejos del dolor.
Fanny G Jaretón
jueves, 29 de enero de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)