lunes, 4 de octubre de 2010

Reflexión

¿Cuántas ocasiones ellos esperaron
la palabra que debió existir en un momento
y no la dije y cuántas desee decirla y no la pronuncie?

¿Cuántas veces estuvo junto a mi esa persona
que deseaba por un momento mi apoyo
y un te quiero en un gesto pequeño, sincero?

¿Me pregunto si no he sido lo suficientemente inteligente
para comprender la necesidad humana de un te quiero
en esos momento de la vida con sus vacios,
en la vida mía y en la vida de ellos?

¿Cuántas veces debí dejar todo y mirar alrededor
y sonreír a todos y decirles de algún modo,
aunque no te conozco, te quiero?

Guzmán Lavenant

viernes, 3 de septiembre de 2010

La vida es un Don




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La vida es un Don del S'r.
Es una canción de amor.


Argamasa
de luz fraguada…
que pasa…
olvidada…
vivida
y perdida…
en la nada.


Quisiera…
volver a vivir
mi vida.


Quisiera…
volver a sentir
su acogida.


Quisiera
que la muerte muriera…
para vivir…
Para que lo amado…
nunca fuera olvidado.


Pero no puede ser.
Nada puede volver.
La vida viene
y se va.
Se tiene
y no está.


Es una bella
epopeya
de amor…
dolor
y olvido…
Sólo eso es lo que he tenido.
Sólo eso es lo que ha sido…







Humberto Silva Morelli
2 de setiembre de 2010.


martes, 13 de abril de 2010

HASTA LLEGAR AL CENTRO

La voz del que no miente susurra entre las flores,

cava en el tierra el surco,

es dueña del relincho del caballo salvaje

y de la altura verde del ciprés y el aromo.



La voz del que no miente

habla el extraño idioma de la estrella y la rosa

y en el pájaro es voz de júbilo terrestre

y es una voz de agua que lava la miseria

de la mujer y el hombre después de sus exilios.



El que sabe que el alba se presenta obediente

como niña que asiste a sus nupcias primeras

con la pasión del lirio que sabe que la noche

trastocará su blanco,

y el lila de las lilas

y el gigante amarillo

de libres girasoles sobre extensa llanura.

me preguntaba entonces si me había perdido

metido en la espesura de la duda y la angustia.



Conversaba con Dios justo a la hora

en que el cielo desgrana

su llanura de luz sobre la faz del mundo

y aunque todo era claro como mi propio nombre,

que a veces aparece como si fuera mío,

un temor a la noche, plagiaria de la muerte

batía sus tambores con funestos redobles.



Con generosa enjundia el alba me miraba.

La voz del que no miente,

del que sabe el destino de la estrella y la rosa

me dictó en el oído con voz de clavicordio:

“Has de iniciar el viaje por la ruta del trébol,

por el surco del buey, la hilera de trigales,

por el rojo costado del canto y de la sangre

hasta llegar al centro de tu propio silencio”







Con mi abrazo siempre
Long-Ohni

martes, 26 de enero de 2010

Nosotros dos

¡¡¡Qué hermosos!!!
¡¡¡Qué dichosos
se ven tus ojos!!!
amada mía…
que hacen brillar
la luz del día.
Que hacen cantar
tu alegría.



Hoy…
Tu alma mansa…
danza
en la luz infinita
como ella quería.



Hoy…
tu alma dijo «Yo Soy».
y hoy…
nosotros dos…
chiquita bonita…
somos una chispa de D’s.




Humberto Silva Morelli
23 de enero de 2010
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