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Hay milagros que son imperceptibles
inversos actos majestuosos
opuestos al deseo de quien clama
manchados de egoísmo
con las manos apretadas
suplican sin confiar en la respuesta
milagros inversos, opuesta voluntad
egoísmo putrefacto racional
de clamantes insensatos con los ojos perforados
demolidos de dolor olvidaron percibir
que hay milagros
aunque no se quiera oír
¿Has visto cuantos niños?
mueren derrumbando a tantos padres
mientras otro
al igual que una bacteria
muta contra todo lo que intenta consumirlo
se restriegan en miseria
transitan por abismos
se tienden en moradas que no guardan las tormentas
en medio de migajas
¿los has visto?
mas de uno habrá tendido
su mano a la altura de tu pan
buscando de tus dedos el milagro
sin que veas los clamores que comparte su mirada
¿has oído?
el canto de esos niños que transitan sin un padre
a la espera que un abrigo entregue aquel calor
que sintieron en el vientre y para siempre se marcho
¿has oído?
a Cristo replicando de su cruz
¡no oíste!; sin odio y demolido preocupado de su madre
el desgarro de los clavos mutilándole las manos
no fueron argumento
sufrió con quien sufría
¿recuerdas sus palabras?
María, he hay tu hijo
Juan; he hay tu madre
milagro imperceptible
inverso acto majestuoso
opuesto al odio y la venganza
de enfrentados manchadas de egoísmo
suplicando sin oír esa respuesta
milagro inverso, opuesta voluntad
egoísmo putrefacto con los ojos perforados
olvidaron que el amor
traspasa la razón
luis alberto gonzalez viera
lunes, 19 de octubre de 2009
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